Galenos suizos han desarrollado un implante de electrodos para que lesionados medulares vuelvan a  caminar. 

La medicina avanza conforme la ciencia lo hace. El equipo neurocientífico Grégoire  Courtine y la neurocirujana Jocelyne Bloch en la Escuela Politécnica Federal de Lausana  (EPFL), junto con el Hospital Universitario de la ciudad (CHUV), han desarrollado un  tratamiento para que personas con lesiones medulares puedan volver a caminar gracias  a un dispositivo con electrodos implantado en la columna vertebral. 

Hasta el momento es un tratamiento en marco de ensayos clínicos ofrecido a tres  hombres con edades comprendidas entre los 29 y 41 años, que han podido levantarse y  mantenerse en pie desde el mismo día de la intervención. Desde ese instante, han  iniciado un programa de fisioterapia y rehabilitación para aprender a controlar sus  movimientos.  

Raquel Osuna, responsable de rehabilitación de la Federación Provincial de  Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Córdoba (FEPAMIC)  acoge la noticia con “esperanza” y aplaude “la aplicación de nuevas tecnologías a la  salud”. Si bien, solicita “cautela”, ya que hasta la fecha “estos estudios investigadores se  han llevado a cabo con lesiones medulares incompletas”. De igual manera, Osuna hace  un llamamiento a la “conciencia” de las administraciones públicas para “dotar de  presupuesto a los programas de I+D+I”.  

Por su parte, la presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Personas con  Lesión Medular y Otras Discapacidades Físicas (ASPAYM), Mayte Gallego, alude a la  “mejora de la calidad de vida” en un “progreso lento”. En este sentido, “por supuesto que  son avances y así hay que verlo, pero crean expectativas que pueden dar paso a  frustraciones”, de ahí la llamada a la “cautela” de Gallego. 

Tecnología avanzada 

La tecnología consiste en un dispositivo de unos 6 centímetros de longitud equipado con  16 electrodos. Se implanta en la región lumbosacra de la columna vertebral, en la parte  baja de la espalda, por debajo del punto donde se ha producido la lesión medular. El  dispositivo, que está diseñado para durar toda la vida, se coloca de manera que los  electrodos puedan activar las neuronas motoras que controlan el movimiento de las  piernas. 

Los pacientes controlan los electrodos desde una tablet mediante una app. Una vez  conectada, en un menú eligen cómo se activan los electrodos de modo que pueden  modular el movimiento de las piernas. La tablet está conectada por bluetooth a un  marcapasos implantado en el abdomen que envía la señal a los electrodos. El  marcapasos deberá cambiarse cuando se le agote la batería, que tiene una duración  prevista de nueve años.