El juego del calamar traspasa la pequeña pantalla
Los juegos en el patio del colegio han cambiado, quizás demasiado, en los últimos años. Atrás han quedado los juegos de pelota, la gomilla, saltar a la cuerda, el pañuelo… Ahora juegan a ser adultos sin saber que la infancia pasa volando y que nunca volverá. Ahora, lo que está de moda son las canicas, las galletas de azúcar y el escondite inglés hasta aquí parece que nuestros hijos se entretienen con lo que nosotros solíamos jugar en los descansos de estudio… con la diferencia que ya no es el escondite inglés es luz verde, luz roja y con la particularidad de que quien se mueva o no llegue a tiempo a la meta, muere.
El juego del calamar traspasa la pequeña pantalla. Los alumnos del colegio Blas Infante, de Écija, Sevilla, han creado su propia versión del juego sustituyendo las balas por las patadas. En otros centros puñetazos, empujones o vejaciones, según los docentes encargados de vigilar en el recreo….
Es, desde su estreno, la serie más vista en la historia de Netflix. Un fenómeno global que ha atraído a más de 130 millones de espectadores en todo el mundo.
Lo que parecía pura ficción se ha convertido en un juego real. En donde el miedo habita hablamos de la repercusión y de los peligros en los peques de esta serie “Juego del Calamar”.
España no es el único país en el que “El juego del Calamar”ha llegado con fuerza. En Bélgica y Reino Unido también se han detectado recreaciones de la serie en varios centros educativos. ¿Es esta serie un juguete que envenena a nuestros hijos?
Hay padres que no dejan que sus hijos se tomen un yogur caducado, pero luego les facilitan un teléfono sin decirles cómo hacer un buen uso y dejando que vean este tipo de contenido. ¿ Es recomendable que los más pequeños vean este tipo de series?
Nos resuelve todas las dudas Diana González Cano, directora de Cambium Psicología.