La bajada de impuestos en Andalucía abre la caja de pandora.
El Parlamento andaluz aprobó el decreto-ley de rebajas fiscales que presentó el presidente Juan Manuel Moreno hace una semana abriendo una pugna fiscal en el país. La propuesta fiscal andaluza, que contó con los votos a favor de PP y Vox, propone una rebaja del 4,3% del IRPF en los tres primeros tramos (hasta 35.200 euros), eleva en el mismo porcentaje los mínimos exentos de tributar, suprime Patrimonio y elimina el canon del agua. La sexta rebaja fiscal aprobada por Andalucía por un Gobierno del PP desde 2018 detraerá de las arcas públicas un total de 540 millones de euros, 900 millones menos desde que empezaron las rebajas fiscales.
Estas rebajas ha traído a muchos por la calle de la amargura ofreciendo grandes debates entre los distintos partidos políticos. Mientras que la derecha lo ve como un progreso, el dinero se quedará en el bolsillo de los ciudadanos, la izquierda cree que afectará a un empeoramiento de los servicios públicos y debilitará el escudo social.
El debate ha sido un pulso duro entre un modelo socialdemócrata y otro liberal ortodoxo. Pero, sobre todo, ha sido un forcejeo entre PSOE y PP. La propuesta de Moreno ha desatado una guerra fiscal entre comunidades, primero con anuncios calcados por parte de otros presidentes autonómicos del PP, y posteriormente con propuestas similares de barones socialistas, como el valenciano Ximo Puig.
En el programa «La Estrella de la Mañana» hemos hablado con Montserrat Paz, Diputada Autonómica de estas cuestiones.