27 July 2021  /  María Arévalo

En invierno estamos acostumbrados a horarios rígidos adaptados a las guarderías, colegios y trabajos. Sin embargo, en verano las dinámicas cambian y verano se asocia a descanso y a disfrute, pero si esto no se maneja bien, el verano puede convertirse en un periodo de desorganización y una fuente de conflicto, ya que los días son más largos, hay más tiempo libre, menos rutinas y todo se relativiza.

Por otro lado, el aumento del tiempo que se pasa en familia, se puede convertir en foco de conflicto si no se gestiona bien.Por todo ello, hay que estar preparado para adaptarse a los cambios que conlleva el verano. A continuación, vamos a dar algunas pautas para conseguirlo:

  • Establecer nuevas dinámicas

Como hemos dicho, los horarios del núcleo familiar cambian, lo cual no significa que la vida se pare o que se pueda hacer lo que cada uno quiera. Precisamente, más que nunca, hay que continuar con la rutina y con las normas (aunque sean diferentes), ya que posteriormente la vuelta a la normalidad será complicada si no existen unos horarios mínimos.

Sueño

Hay que mantener unos hábitos de sueño sanos. Para ello, es importante mantener una ocupación en verano que nos “obligue” a levantarnos relativamente temprano (Ej. Estudiantes, gimnasio)

Reparto de tareas

Durante el verano, es importante asignar tareas en casa y especificar muy bien que tareas corresponden a cada persona. 

Importante dejarlo claro desde principio de verano.

  • Hay familias que optan por mantener el mismo reparto de tareas que venían poniendo en práctica durante el invierno.
  • Otras familias deciden aumentar la implicación de los niños en las tareas de casa, al tener estos más tiempo libre. Es importante que los peques colaboren en casa. ¡OJO! ESTO ES IMPORTANTE PARA TRABAJAR LA AUTONOMÍA DE LOS NIÑOS.

 

  • Reservar tiempo a solas

Generalmente, las vacaciones están diseñadas para pasarlas en compañía, pero también es importante buscar momentos a solas para hacer actividades que nos hagan sentir bien, que nos relajen y nos hagan disfrutar. ¡OJO! No tienen que ser actividades fuera de lo común (ver una película, andar, leer, hacer algún deporte que te guste, etc.). 

Esto es un aspecto importante a tener en cuenta en todas las personas con el objetivo de evitar agobios y tensiones, pero más aún para las personas más independientes que necesitan su espacio y sus momentos de soledad, y las personas tímidas, ya que el hecho de estar en contacto continuo con otras personas puede suponer una fuente de estrés, llegando a interferir en la relación con los demás.

  • Ser comprensivos

La actitud que adoptamos en nuestra vida ante lo que nos ocurre es importante, y aunque pueda parecer poco relevante, la actitud con la que nos enfrentemos a las vacaciones influirá en cómo éstas se desarrollarán. 

Las vacaciones (al hacerlas en grupo) implican adaptarse, en algunos momentos, a planes que no nos agraden tanto, ya que cada persona puede tener deseos y expectativas diferentes respecto a <<en qué emplear el día>>. También podemos encontramos con comentarios desafortunados con los que tener que lidiar, por eso es importante ser consciente de que todo eso se puede dar, lo que hará que adoptemos una postura comprensiva y flexible, ayudándonos a controlar nuestras reacciones, evitando conflictos y discusiones.

Esa postura flexible debe ir acompañada de la COMUNICACIÓN, ya que saber negociar y ser capaz de ceder hará que todos los miembros de la familia se sientan escuchados y comprendidos al ser tenidas en cuenta sus opiniones (incluidas las de los peques de la casa). 

Hay que llegar a acuerdos.

Es importante tener en cuenta que podemos encontrarnos con diferentes circunstancias, que si no se entienden se pueden convertir en foco de conflicto. 

  • Puede ocurrir que los núcleos familiares que han pasado el confinamiento juntos tengan ganas de hacer planes por separado (cuando todos los miembros son adultos). Eso no significa que no quieran pasar tiempo entre ellos, simplemente que sus intereses son diferentes, ESTE AÑO, marcados por las circunstancias. (No es una situación mantenida en el tiempo)
  • En el caso de los papás y mamás con niños pequeños, las vacaciones pueden ser percibidas como una continuidad del confinamiento si no hacen ningún plan diferente y no cambian de escenario.

 

IMPORTANTE: Hemos dicho que la organización durante las vacaciones es necesaria pero no podemos organizarlo absolutamente todo, ya que estaríamos entrando en una rigidez que es incompatible con las vacaciones. 

Si las vacaciones se convierten en momentos de estrés, es posible que invirtamos pocos esfuerzos en organizar las vacaciones, incluso que no haya ilusión por estas, así que es importante unir esfuerzos para convertir las vacaciones en uno de los mejores momentos del año en el que disfrutar.