8 February 2022  /  María Arévalo

¿Cuántas veces hemos vivido la siguiente situación? (Ya sea como protagonista o como espectador):

  • ¿Me estás escuchando?
  • A ver… ¿Qué te he dicho?
  • [La persona sonríe y repite las últimas palabras que ha oído]

La cuestión es que oír ha oído, pero ¿eso significa que ha escuchado? Y vosotros… ¿Soléis escuchar? Parece que todos escuchamos, pero en realidad no es así.

¿QUÉ ES ESCUCHAR?

  • Es una habilidad que requiere poner la atención en la otra persona y querer comprenderla. 
    • Implica no solo oír el contenido, sino procesarlo.
  • Para escuchar es necesario que la persona sea tolerante, flexible.
  • Habilidad preciada en todos los ámbitos de nuestra vida.
  • Se entrena.

No solo se escucha con los oídos, se escucha con la mirada, con el cuerpo, con la respiración. Hay diferentes estudios que ponen de manifiesto que la información se recibe de la siguiente manera:

  • 1% a través de la boca
  • 1,5% a través de las manos
  • 3,5% a través del olfato
  • 11% a través del oído
  • 83% a través del ojo

Todo nuestro cuerpo interviene en la comunicación.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE SABER ESCUCHAR?

Generalmente, las personas no están acostumbradas a que las escuchen y cuando se sienten escuchadas:

  • Se sienten importantes, valoradas, reconocidas.
  • Expresan sus pensamientos, sentimientos y emociones.
  • Se crea una conexión fuerte, un puente emocional.

Si quieres llevarte bien con alguien escucha. Para eso hay que ser generoso y olvidarte de ti para pensar en el otro.

 

¿QUÉ CARACTERÍSTICAS TIENE UNA PERSONA QUE ESCUCHA?

  • Demuestra verdadero interés por quien está enfrente, pero no cae en el chisme
  • No se queda con lo primero que le dicen
  • No contesta con palabras cortantes como “amm”, “pues muy bien” “ok”
  • No cambia de tema ni habla sobre ella misma

¿POR QUÉ CUESTA ESCUCHAR?

  • “El principal problema es que no escuchamos para entender, sino que escuchamos para contestar” (empleamos más energía en preparar la respuesta que en entender a la persona).
  • Porque siempre vamos con prisa (vivimos en un mundo frenético, en el que se dedica poco tiempo a la comunicación. Si dedicamos poco tiempo a “escuchar” nuestras necesidades, imaginaos las de los demás)
  • Porque implica no juzgar, no criticar y empatizar con la persona.
  • Porque cuando escuchamos a otra persona hablar sobre lo que le ha ocurrido, empieza a pasar por nuestra mente experiencias personales que hace que desconectemos de lo que la persona nos está contando para terminar centrándonos en nosotros mismos. Ej: “a mí me ha pasado lo mismo”. Esto hace que se desvíe el foco del problema y por tanto de la solución; y que la persona no se sienta entendida.

CÓMO ENTRENAR LA ESCUCHA

  1. Prestar atención a cómo nos comunicamos: esto nos ayudará a ser conscientes de si es necesario o no mejorar nuestra capacidad de escucha.
  2. Para poder mejorar cualquier habilidad hay que querer y estar motivado para ello.
  3. Identificar los aspectos en los que estamos fallando.

Si no estamos atentos a lo que la persona nos dice es imposible ESCUCHAR (vamos a oír, pero no a escuchar). Para ello, ¿QUÉ PODEMOS HACER?

  • Céntrate en lo que la persona te está diciendo (no te distraigas con elementos del entorno: móvil, TV, otras conversaciones; o con lo que estás pensando).
  • Intenta captar lo que la persona intenta transmitir: no te quedes con palabras sueltas sino con todas las ideas que te ha transmitido y enlázalas. 
  • Presta atención a la comunicación no verbal: gestos, miradas, postura, analizar si la información verbal va acorde a la no verbal.
  • No interrumpas, ten paciencia, respeta los turnos.

Hay que transmitirle a la otra persona que la estamos escuchando y que lo que nos está diciendo es importante para nosotros. ¿CÓMO?

  • Haciendo gestos de asentimiento con la cabeza (cuando una persona asiente con la cabeza mientras escucha provoca que la otra persona continúe hablando)
  • Manteniendo el contacto visual.
  • Sitúate de frente a esa persona.
  • Dar feedback: haciendo comentarios sobre lo que nos está diciendo, haciendo preguntas sobre el tema para tener más información, o bien porque no tenemos la seguridad de haber entendido algo. (Ej. Has dicho esto … ¿Lo he entendido bien?)

Cuando alguien nos está contando algo, estamos pensando más en la respuesta que en lo que nos está diciendo.

  • Por eso es importante que no saques conclusiones hasta que la persona haya terminado de hablar.
  • Escucha, aunque creas que sabes lo que te van a decir.
  • No te dejes llevar por la etiqueta que TÚ mismo le has puesto a esa persona. 
  • No des lecciones: La persona no necesita que le digas si está bien o mal lo que ha dicho o hecho (a no ser que te pida valoración). Muchas veces la persona se nos acerca para compartir un dolor o una preocupación, sin necesidad de que le digamos <<lo que tiene que hacer>>
  • Deja a un lado el estado emocional que tengas en ese momento, ya que puede repercutir en la interpretación que hagas del mensaje que te transmite la otra persona.

Capacidad de entender los sentimientos de otra persona (no queriendo decir esto que se comparta). 

  • Ponte en el lugar de la persona
  • Escucha a la persona, aunque esté enfadada
  • Respeta sus ideas y sentimientos, aunque no los compartas (Evita comentarios como: Eso es mentira, qué exagerada, siempre estás igual, etc.)
  • Nunca contestes con la frase de “si yo fuera tu… haría…” ERROR. No digas lo que tú harías, aconseja a esa persona en base a cómo es ella (su personalidad) y las circunstancias de tiene. Si caemos en este error, se puede generar un dilema en la otra persona al ver que su percepción de las cosas no se ajusta a la de los demás.

“Ahora entiendo porque tenemos 2 oídos y 1 boca, para hablar menos y escuchar más”

“Se aprende más escuchando que hablando”