6 July 2021  /  María Arévalo

¿Alguna vez has escuchado la palabra “Languidecer”? Con ella nos referimos a un estado de ánimo que se está experimentando con demasiada frecuencia en el 2021.

Se caracteriza por una sensación de estancamiento, desmotivación y vacío, en el que se pierde la alegría y la energía necesaria para afrontar el día a día. No hablamos de agotamiento físico puesto que hay energía. Tampoco podemos hablar de depresión puesto que no hay un sentimiento de desesperación, hablamos de falta de alegría y la sensación de que se ha perdido el rumbo. Realmente podría situarse entre la ansiedad y la depresión.

Por lo tanto, NO es un trastorno, pero sí es un estado que limita a la persona impidiendo su desarrollo en las diferentes áreas (profesional, personal, familiar, etc.), así como la capacidad de disfrutar de cualquier aspecto de la vida.

OTROS SÍNTOMAS:

    • Ante noticias buenas no hay ilusión. La persona se da cuenta de que debería reaccionar de otro modo, pero es incapaz de procesar la información de forma positiva.
    • Problemas de concentración: a los pocos segundos de iniciar una tarea se agotan o se despistan, lo que hace que se reduzca el rendimiento.
    • Apatía constante: desinterés por todo y falta de motivación.
  • Se buscan tareas con las que evadirse.
  • Hay energía física pero no emocional, eso lo diferencia de la depresión, ya que en la depresión aparte del desgaste emocional es evidente la falta de energía física. Aquí hay 

 

¿PORQUÉ HAY QUE TENER CUIDADO?

Hay que tener cuidado ya que se trata de un proceso gradual en el que la persona se va adentrando poco a poco, sin darse cuenta de que el placer y el nivel de energía van desapareciendo, lo cual hace difícil su detección y, por tanto, su solución, ya que la persona sigue funcionando con normalidad.

Vivir en un estado de ánimo bajo de forma permanente puede conllevar a una depresión, y precisamente el no sentir placer es uno de los síntomas de los cuadros depresivos. (Ej. Rana hervida).

 

ESTRATEGIAS

 

  1. Ponerle nombre a lo que se está sintiendo alivia y nos orienta en la búsqueda de la solución. 
  2. No preocuparse, entenderlo como un estado normal al que se puede llegar debido a las circunstancias que nos envuelven desde hace año y medio, sumado a los problemas personales que existían previamente y que se han agravado a raíz de esto.
  3. No mostrar aquello que ni siquiera estás sintiendo. Ej. Postura optimista, mostrarte motivado, <<dar la impresión de que quieres comerte el mundo>>, actuar como si no pasara nada…
  4. Introducirte en una tarea que te haga disfrutar. Tarea difícil cuando uno de los síntomas de la “Languidez” es la dificultad para concentrarse y la dificultad para experimentar placer. Hay que buscar y probar distintas actividades hasta identificar aquella con la que se disfrute.

Plantear objetivos pequeños y realistas (que sean alcanzables).