Acompañame mujer: TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN
Cuando algo no sale como esperas, ¿Cómo reaccionas?: ¿Lo encajas, lo aceptas?, o por el contrario ¿Sueles experimentar angustia, ansiedad, tristeza o enfado? Esta mezcla de sentimientos se conoce como frustración.
La frustración aparece cuando formamos expectativas sobre algo y no se cumplen. Las emociones son como un termómetro que te indican la necesidad de realizar cambios. En el caso de la frustración, nos indica que <<las cosas no han salido como queremos>>, pero NO significa que haya que abandonar. (Se confunde fracaso con abandono)
El problema aparece cuando el termómetro se dispara y esos sentimientos generan un malestar excesivo que dificulta el funcionamiento normal de la persona.
ORIGEN DE LA FRUSTRACIÓN
Cuando somos pequeños, TODOS tenemos baja tolerancia a la frustración, ya que funcionamos desde el sistema emocional. En cambio, el razonamiento se desarrolla más tarde, por eso, los niños reaccionan con pataletas cuando no consiguen lo que quieren.
De ahí que sea importante trabajar desde pequeños la parte emocional, ya que va a condicionar la vida de la persona. El objetivo no sería evitar la frustración sino cambiar la actitud que el niño adopta ante la frustración.
CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS CON BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN
La aparición de este sentimiento nos da “pistas” acerca de cómo nos enfrentamos a la vida y a los problemas.
Las personas con BAJA TOLERANCIA a la frustración:
- Se alejan de todo aquello que les resulta desagradable
- No soportan el malestar, los contratiempos, los problemas.
- Necesitan satisfacer sus deseos de forma inmediata
- Experimentan estados de estrés, enfado, ansiedad, tristeza, resentimiento.
- En momentos de malestar, tienden a buscar culpables fuera.
- Abandonan sus proyectos, ya que se desmotivan fácilmente, y no valoran lo positivo que podrían conseguir si siguen luchando.
Ante el malestar, hay personas que buscan:
- Obtener placer inmediato a través de conductas como: comer, comprar, gritar, golpear a algo o alguien)
- Retrasar aquello que les resulta desagradable (responsabilidades)
En cambio, las personas que aprenden a tolerar la frustración:
- Presentan niveles bajos de estrés
- Mantienen la calma en los imprevistos
- No permiten que los problemas le interfieran excesivamente
- Aceptan con más facilidad el dolor, el sufrimiento o el fracaso.
- Buscan soluciones y alternativas que les permitan alcanzar sus objetivos.
¿CÓMO PUEDO CONSEGUIRLO?
- Reconoce cuando te sientes frustrado.
Parece algo lógico. Sin embargo, no todo el mundo reconoce sus emociones en el momento.
- Aceptar y entender que la frustración forma parte de la vida.
Todas las emociones, incluidas las desagradables, son necesarias. Intentar eliminarlas o ignorarlas genera mayor malestar.
La clave está en aceptar lo que no podemos cambiar. Cuando aceptas, dejas de ir en contra de ti mismo y empiezas a centrarte en la solución del problema.
- Confía en tus fortalezas
Hay que identificar las propias cualidades y fortalezas para poder utilizarlas de forma adecuada y buscar soluciones.
- Conoce tus límites
Tan importante es conocer tus cualidades como tus límites. Hay que saber hasta donde puedes llegar y cuáles son las herramientas de las que dispones.
Hay cosas que no dependen de nosotros y que no podemos controlar, por lo que es mejor aceptarlo.
- Aceptar el fracaso
A veces nos proponemos unos objetivos y a la hora de conseguirlos se producen retrocesos, fallos. Lo normal es entender que la perfección no tiene porqué estar presente en todo lo que hacemos, ni mucho menos que todo tenga que salir bien a la primera. Lógicamente cuando una persona da el 100% de ella misma para conseguir algo, lo que quiere es que salga perfecto, pero también se tiene que estar preparado para un “NO”. En esos momentos, en lugar de lamentarnos por lo que no hemos conseguido (resultado) [Que también hay que hacerlo], vamos a centrarnos en analizar cuáles son los factores o los motivos que han hecho que no consigamos esa meta.
- Para saber el porqué, lo primero es tomar distancia de lo ocurrido y dejar que pasen unos días para ver las cosas con claridad.
- En segundo lugar, reconocer que te sientes frustrado: Parece algo lógico. Sin embargo, no todo el mundo reconoce sus emociones en el momento.
- Aceptar y entender que la frustración forma parte de la vida.
Todas las emociones, incluidas las desagradables, son necesarias. Intentar eliminarlas o ignorarlas genera mayor malestar.
La clave está en aceptar lo que no podemos cambiar. Cuando aceptas, dejas de ir en contra de ti mismo y empiezas a centrarte en la solución del problema.
- Seguidamente, (Cualidades) es importante saber qué herramientas tenemos, que cualidades tenemos para poder utilizarlas de forma adecuada y buscar soluciones. Pero tan importante es conocer tus cualidades como tus límites. Hay que saber hasta donde puedes llegar y cuáles son las herramientas de las que dispones. Por eso, es importante analizar si cambiando algunas conductas podemos conseguir esa meta, ya que hay cosas que no dependen de nosotros y quizás estemos estableciendo metas poco realistas. (EJ. Trabajo en equipo)
- A pesar de que no haya salido como se espera, hay que valorar el esfuerzo y la dedicación invertida para que saliera bien. Si no hacemos eso, nos estamos quitando valor a nosotros mismos y nos estamos dificultando el salir de esa dinámica de “fracasado”
El fracaso es, a veces, más fructífero que el éxito. (Henry Ford)
Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender. (Charles Dickens)
Por estas 2 frases, hay que intentarlo SIEMPRE.