6 February 2023  /  María Arévalo

“Un hombre no se define como egoísta por perseguir su propio bien, sino
por descuidar el bien de otros” (Richard Whately)

Hoy me gustaría centrarme en un tema que socialmente genera mucho
debate: EL EGOÍSMO.
La frase “Eres un egoísta” se utiliza con mucha frecuencia, pero ¿Realmente estamos haciendo un uso adecuado de este concepto? Vamos a comprobarlo…
Para ello, lo primero es aclarar ¿QUÉ ES EL EGOÍSMO? Y algunos
conceptos relacionados con él.
 Egoísmo: es la actitud de anteponer los propios intereses, deseos y
necesidades SIN tener en cuenta la de los demás.
 Egocentrismo: es importante diferenciar el egoísmo del egocentrismo
que, aunque comparten muchas similitudes hay una diferencia clave: la
persona egoísta es consciente de cómo su forma de actuar perjudica a
los demás o como ésta impide que los demás mejoren su situación,
mientras que la persona egocéntrica ni siquiera se plantea cómo afecta
a los demás que haga determinadas cosas. Este comportamiento es
muy normal en los niños, ya que en los primeros años no se tiene la
capacidad de pensar en las consecuencias que mis actos tienen sobre
los demás.
 Altruismo: personas que dan sin esperar nada a cambio.
RASGOS DE LA PERSONA EGOÍSTA
Las personas egoístas…
o Buscan su propio beneficio, siempre buscan salir beneficiadas. Solo importa
lo que ellas quieren, como lo quieren y cuando lo quieren.
o No hay ningún momento en el que se “sacrifiquen” por los demás. No hablo
de cosas extremadamente importantes, simplemente en detalles del día a
día. “PRIMERO YO, DESPUÉS YO, Y POR ÚLTIMO YO, y me da igual lo
que tu tengas o no que hacer. Lo más importante es cubrir mi necesidad”.

o Son personas que consideran que se lo merecen todo y que tienen derecho
a todo, cayendo en la exigencia. ¡OJO! Si en algún momento ellas hacen
algo por alguien se les debe estar agradecidas de por vida, incluso puede
aparecer a modo de reproche.
o Tienen dificultades para compartir. LO SUYO ES SUYO Y LO DE LOS
DEMÁS TAMBIÉN ES SUYO.
o Tienen dificultad para empatizar con otras personas, incluso pueden parecer
insensibles, ya que tienen dificultades para entender a los demás. Sólo
importa lo suyo.
o Respecto a sus sentimientos no expresan realmente lo que sienten y
cuando lo hacen es porque quieren conseguir algo de los demás. Aquí entra
el chantaje emocional, pudiendo hacer sentir culpable a la otra persona si
no consigue lo que quiere. El chantaje emocional también puede aparecer
cuando alguien le hace referencia a su actitud egoísta poniéndole ejemplos
de lo que los demás hacen por ella en comparación de lo que ella hace por
los demás. Aquí se sienten ofendidas y hacen sentir culpable a la otra
persona al verbalizar que se le está reprochando la ayuda prestada.
o Suelen culpar a los demás cuando las cosas no les salen bien. Esto ocurre
porque detrás hay miedo a fracasar y miedo a mostrar sus “debilidades”
“inseguridades”.
o No suelen mirar hacia dentro, piensan que nunca se equivocan.

EGOÍSMO VS AUTOCUIDADO
Es importante tener claro que no es lo mismo tener una actitud egoísta que una actitud de autocuidado.
El egoísmo es una cualidad considerada negativa. Es curioso porque muchas personas que realmente tienen comportamientos egoístas los enmascaran con “tener una buena autoestima”, mientras que hay personas que ante el miedo de caer en la etiqueta de “ser egoísta” adoptan comportamientos
totalmente opuestos de servidumbre, de total disponibilidad para los demás e incapacidad de poner límites y decir “no”, llegando al abandono de sí mismas.

Por ello, es importante tener clara la diferencia entre ser egoísta y
autocuidarse.
La actitud de autocuidado está orientada (como su propio nombre indica) al cuidado y al respeto de uno mismo, sin descuidar a los demás ni sus sentimientos.
Hay un dato curioso y es que tanto las personas que no dan nada como las que se vuelcan excesivamente con los demás tienen un elemento en común: el miedo. Miedo al dolor, a la ausencia, porque antes no recibieron de los demás (emocionalmente hablando), y hay dos tipos de personas:
1. Aquellos que ante la carencia emocional optan por no preocuparse por
los demás.
2. Aquellos que ante la carencia emocional hacen una entrega total hacia
los demás.
¿Cuándo se puede calificar equivocadamente a una persona de
“egoísta”?
Generalmente suele ocurrir con personas que han dado mucho y llega un momento en el que se agotan y empiezan a encontrarse mal, se sienten tristes al mismo tiempo que irascibles, sienten que han dado mucho y no reciben lo mismo de los demás (antes sin importarles, peor llega un momento en el que
empiezan a darle una importancia que antes no), se sienten solas y empiezan a querer hacer cosas que quizás antes no se habían planteado por dar prioridad a los demás. Todo ello se traduce en la necesidad de hacer lo que realmente le llena y le hace bien, en lugar de hacer cosas que hagan sentir bien a los
demás. Todas estas sensaciones derivan en un cambio de conducta y de actitud…
“Pedí disculpa sin tener la culpa, bajé la cabeza teniendo la razón, hice por otros lo que nunca harían por mí, oculté que estaba mal para no preocupar a nadie. Entonces no me digas que soy egoísta, porque perdí la cuenta de las veces que coloqué la felicidad de otros por encima de la mía”.
Egoísmo Servidumbre

 Antes donde todo era un “si”, ahora empieza a aparecer algún “no”
 Empiezan a “escuchar” sus necesidades y sentimientos.
 Siguen preocupándose por los demás, pero empiezan a preocuparse
también por ellos (Ya no importa solo el otro, también importo YO).
Nunca descuidan a la otra persona.

Es importante dejar de percibir el egoísmo como algo negativo. Realmente es una cualidad con dos caras (una negativa: el egoísmo y otra positiva: el autocuidado) y nos corresponde a cada uno aprender a diferenciar entre una y otra. Ej. No es apropiado dejar a nadie sin agua en el desierto si tienes 4 litros de agua, pero si solo te quedan dos dedos de agua, ¿Qué