La Incertidumbre ¿Qué es?
La incertidumbre es la falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo, especialmente cuando crea inquietud.
Es no saber qué va a ocurrir y ante ese desconocimiento empiezo a imaginar muchos escenarios acerca de lo que puede ocurrir.
Aparece ante situaciones sobre las que no tenemos control o cuando nos falta información sobre algo (todo respecto al futuro).
No todo el mundo maneja la incertidumbre de la misma manera. Hay personas a las que esta sensación les genera mucho malestar y es ese malestar el que hace que se movilicen en busca de respuestas para reducir la angustia. Las respuestas están orientadas al control.
¿Porqué es bueno aprender a gestionar la incertidumbre?
– Por una parte, porque no todo en la vida es controlable. De hecho, la vida es una incertidumbre constante. “Lo único constante es el cambio”. – Por otro lado, la incertidumbre va asociada a sensación de catástrofe y no siempre es así.
– Por último, algunos autores comentan que la incertidumbre tiene su lado positivo, ya que hay cosas que si las supiéramos de antemano no tendrían el mismo sentido vivirlas o experimentarlas. Ej: cuando nos hacen un regalo sorpresa, o el final de una serie.
¿Qué situaciones provocan incertidumbre?
- Cambios en la vida personal o profesional: todos los cambios/duelos generan incertidumbre. Ej. Cambiarse de ciudad, el comienzo o el fin de una relación, cambiar de trabajo, perder un trabajo, fallecimiento de un ser querido, problemas de salud, etc.
- Situaciones que afectan a todo el mundo: pandemia, crisis económicas, guerras, etc., generan incertidumbre sobre la seguridad.
- Falta de información: no tener suficiente información o tener información contradictoria sobre un tema que genera preocupación genera incertidumbre. Ej. Esperar resultados médicos o efectos de un tratamiento.
- Cambio de etapa en la vida: la entrada a la adolescencia, a la universidad, la maternidad/paternidad o jubilación son momentos cargados de incertidumbre.
- Inestabilidad económica: genera incertidumbre acerca de si se pueden satisfacer las necesidades mínimas.
Miedo a la incertidumbre
Hay personas a las que les cuesta aceptar los cambios, lo que se sale de su zona de confort… eso hace que aparezca la intolerancia a la incertidumbre.
Es importante tener en cuenta que las personas con intolerancia a la incertidumbre sobrevaloran la posibilidad de que ocurra algo malo exagerando el riesgo y las consecuencias negativas de lo que puede ocurrir.
El miedo a la incertidumbre se refleja en una serie de patrones de conducta y de pensamiento:
- Evitación: la persona con miedo a la incertidumbre suele evitar situaciones dudosas o en las que el resultado no es 100% seguro. Deja de hacer muchas cosas y eso impide su evolución personal.
- Preocupación exagerada por el futuro. Intenta contemplar todas las opciones que se le pueden presentar ante una situación concreta, incluso aunque sean improbables. Esto hace que pases de preocuparte por cosas importantes a preocuparte de manera obsesiva por cosas cotidianas.
- Necesidad de controlarlo todo, lo que puede generar comportamientos compulsivos o de comprobación (asegurarse de que cada paso que da en una decisión es el correcto. Esto ocurre en el TOC).
- Dificultad en la toma de decisiones: la falta de información o tener información dudosa hace que la persona no tome decisiones por miedo a equivocarse.
- El miedo a la incertidumbre genera altos niveles de ansiedad pudieron desembocar en trastornos de ansiedad como trastorno de ansiedad generalizada, TOC o depresión.
¿Cómo gestionar la incertidumbre?
- Reconocer y aceptar que la incertidumbre forma parte de la vida porque la vida implica cambios y hay que estar preparados para encajar esos cambios y no podemos pretender controlar el futuro y eso también puede ser bueno (Ej. No existirían las sorpresas). Hay muy pocas cosas seguras en la vida.
- Piensa si la situación que te está afectando es porque está ocurriendo en el presente o porque piensas que te va a afectar en el futuro. → con esto se pretende que analices si tu cabeza está en el presente o en el futuro.
- Tus conversaciones no deben centrarse exclusivamente en lo que te preocupa. Hay personas que utilizan la preocupación como estrategia porque creen que vivir preocupados les hace prepararse para lo peor. La preocupación no te da control sobre las cosas, pero si hace que te desgastes.
- Es cierto que la incertidumbre invita al control, pero tienes que aprender a diferenciar entre lo que puedes controlar y lo que no, y céntrate en aquellos aspectos sobre los que puedes realizar cambios. Hay cosas que escapan totalmente a tu control.
- Pregúntate que puedes hacer ante esa situación y con qué recursos cuentas para darle respuesta.
- Cuando tengas pensamientos catastróficos cuestiónalos, analiza su veracidad y sobre todo que es lo peor que puede pasar si eso ocurriera. 7. Entrena “el no-control”: rompe con tu necesidad de controlarlo todo. Ej. No prepares la ropa el día de antes, si estás acostumbrada a llamar a tu madre 3 veces al día para saber que no le ha pasado nada elimina una de las llamadas, etc.
Ej: ¿Y si mi pareja deja de quererme?
¿Y si el día de mañana me despiden y no puedo pagar mi casa? Me han cogido para un trabajo ¿y si no les gusto como trabajo y me despiden?
En todas estas situaciones puedes hacerte las siguientes preguntas: ¿Esto depende de mí? ¿Qué miedo tengo realmente? ¿Qué puedo hacer realmente que esté en mis manos?