19 June 2024  /  María Arévalo

La incertidumbre es la falta de seguridad, de confianza o de certeza  sobre algo, especialmente cuando crea inquietud

Es no saber qué va a ocurrir y ante ese desconocimiento  empiezo a imaginar muchos escenarios acerca de lo que puede ocurrir.  

Aparece ante situaciones sobre las que no tenemos control o cuando nos  falta información sobre algo (todo respecto al futuro). 

No todo el mundo maneja la incertidumbre de la misma manera. Hay  personas a las que esta sensación les genera mucho malestar y es ese malestar  el que hace que se movilicen en busca de respuestas para reducir la angustia. Las respuestas están orientadas al control. 

¿Porqué es bueno aprender a gestionar la incertidumbre? 

– Por una parte, porque no todo en la vida es controlable. De hecho, la vida es  una incertidumbre constante. “Lo único constante es el cambio”. – Por otro lado, la incertidumbre va asociada a sensación de catástrofe y no  siempre es así. 

– Por último, algunos autores comentan que la incertidumbre tiene su lado  positivo, ya que hay cosas que si las supiéramos de antemano no tendrían el  mismo sentido vivirlas o experimentarlas. Ej: cuando nos hacen un regalo  sorpresa, o el final de una serie. 

¿Qué situaciones provocan incertidumbre? 

  1. Cambios en la vida personal o profesional: todos los cambios/duelos  generan incertidumbre. Ej. Cambiarse de ciudad, el comienzo o el fin de una  relación, cambiar de trabajo, perder un trabajo, fallecimiento de un ser  querido, problemas de salud, etc. 
  2. Situaciones que afectan a todo el mundo: pandemia, crisis económicas,  guerras, etc., generan incertidumbre sobre la seguridad. 
  3. Falta de información: no tener suficiente información o tener información  contradictoria sobre un tema que genera preocupación genera incertidumbre. Ej. Esperar resultados médicos o efectos de un tratamiento.
  4. Cambio de etapa en la vida: la entrada a la adolescencia, a la universidad,  la maternidad/paternidad o jubilación son momentos cargados de  incertidumbre. 
  5. Inestabilidad económica: genera incertidumbre acerca de si se pueden  satisfacer las necesidades mínimas. 

Miedo a la incertidumbre 

Hay personas a las que les cuesta aceptar los cambios, lo que se sale de  su zona de confort… eso hace que aparezca la intolerancia a la incertidumbre. 

Es importante tener en cuenta que las personas con intolerancia a la  incertidumbre sobrevaloran la posibilidad de que ocurra algo malo exagerando  el riesgo y las consecuencias negativas de lo que puede ocurrir. 

El miedo a la incertidumbre se refleja en una serie de patrones de  conducta y de pensamiento: 

  • Evitación: la persona con miedo a la incertidumbre suele evitar situaciones  dudosas o en las que el resultado no es 100% seguro. Deja de hacer muchas  cosas y eso impide su evolución personal. 
  • Preocupación exagerada por el futuro. Intenta contemplar todas las  opciones que se le pueden presentar ante una situación concreta, incluso  aunque sean improbables. Esto hace que pases de preocuparte por cosas  importantes a preocuparte de manera obsesiva por cosas cotidianas. 
  • Necesidad de controlarlo todo, lo que puede generar comportamientos  compulsivos o de comprobación (asegurarse de que cada paso que da en  una decisión es el correcto. Esto ocurre en el TOC). 
  • Dificultad en la toma de decisiones: la falta de información o tener  información dudosa hace que la persona no tome decisiones por miedo a  equivocarse. 
  • El miedo a la incertidumbre genera altos niveles de ansiedad pudieron  desembocar en trastornos de ansiedad como trastorno de ansiedad generalizada, TOC o depresión.

¿Cómo gestionar la incertidumbre?

  1. Reconocer y aceptar que la incertidumbre forma parte de la vida porque  la vida implica cambios y hay que estar preparados para encajar esos  cambios y no podemos pretender controlar el futuro y eso también puede ser  bueno (Ej. No existirían las sorpresas). Hay muy pocas cosas seguras en la  vida. 
  2. Piensa si la situación que te está afectando es porque está ocurriendo  en el presente o porque piensas que te va a afectar en el futuro. con  esto se pretende que analices si tu cabeza está en el presente o en el futuro. 
  3. Tus conversaciones no deben centrarse exclusivamente en lo que te  preocupa. Hay personas que utilizan la preocupación como estrategia  porque creen que vivir preocupados les hace prepararse para lo peor. La  preocupación no te da control sobre las cosas, pero si hace que te desgastes. 
  4. Es cierto que la incertidumbre invita al control, pero tienes que aprender a  diferenciar entre lo que puedes controlar y lo que no, y céntrate en  aquellos aspectos sobre los que puedes realizar cambios. Hay cosas que  escapan totalmente a tu control. 
  5. Pregúntate que puedes hacer ante esa situación y con qué recursos  cuentas para darle respuesta. 
  6. Cuando tengas pensamientos catastróficos cuestiónalos, analiza su  veracidad y sobre todo que es lo peor que puede pasar si eso ocurriera. 7. Entrena “el no-control”: rompe con tu necesidad de controlarlo todo. Ej. No  prepares la ropa el día de antes, si estás acostumbrada a llamar a tu madre  3 veces al día para saber que no le ha pasado nada elimina una de las  llamadas, etc. 

Ej: ¿Y si mi pareja deja de quererme? 

¿Y si el día de mañana me despiden y no puedo pagar mi casa? Me han cogido para un trabajo ¿y si no les gusto como trabajo y me despiden?

En todas estas situaciones puedes hacerte las siguientes preguntas: ¿Esto  depende de mí? ¿Qué miedo tengo realmente? ¿Qué puedo hacer  realmente que esté en mis manos?